Por 1era vez, tras 20 años, familias de los campamentos Juan Pablo II y Valle de la Luna tendrán alcantarillado y agua potable
Hace cerca de 20 años nacieron los campamentos Juan Pablo II y Valle de la Luna, ubicados en el sector de Forestal Alto de Viña del Mar. En ellos viven 92 familias, las que durante todo este tiempo han debido luchar diariamente para sobrevivir a las precarias condiciones con las que se viven en este tipo de asentamientos. Colgados a la electricidad, utilizando baños secos, viviendo en medio del barro, esperando que los camiones aljibes los abastezcan de agua para poder cubrir sus necesidades básicas.
Pero esta realidad hoy está en pleno proceso de un cambio radical, debido a que en ambos campamentos comenzaron a ejecutarse desde agosto proyectos enmarcados en el Convenio Minvu-Gore, el que busca dar solución a miles de familias que viven en esta situación en la región, mediante proyectos de urbanización que permitirán radicarse de manera definitiva en el mismo terreno que han vivido todos estos años, con todos los servicios regularizados.
“Cuando recién aparecieron los trabajadores midiendo y tirando líneas, yo salí y les pregunté de qué se trataba y me dijeron agua y alcantarillado. Por fin dije, tantos años esperando. Significa mucho, salubridad, bienestar, el valor que tomarán las propiedades y el estándar de calidad de vida de la gente”, señaló Rodolfo Velásquez, quien desde 1998 que vive en el campamento Juan Pablo II.
Misma alegría mostrada por Sonia Geisse, dirigente del campamento Valle de la Luna, que señaló que la única manera en la que actualmente tienen agua es conectada irregularmente a casas vecinas, con mangueras que muchas veces se cortan o se saturan por la presión, lo que les impide contar con agua de manera normal. “Cuando nosotros recién llegamos a aquí, la mayoría de las familias teníamos pozo séptico y los vecinos nos convidaban el agua con manguera. Después pusimos el agua conectada desde al frente, desde otras casas. Ahora tendremos todo como corresponde, legalmente. Viviremos con mayor comodidad, sobre todo en el tema de los baños, tener todo como corresponde. Y a futuro, pensar en mejorar las viviendas”.
Al respecto, el Director Regional de Serviu, Nelson Basaes, señaló que “estamos muy contentos y satisfechos porque si hay algo que al Gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet le mueve en lo que es la política habitacional, es que precisamente las familias puedan alcanzar una mejor calidad de vida y que se logre a través de un proceso de integración e inclusión. Estas familias van a poder iniciar un proceso de urbanización y de radicación, es decir, van a poder quedar instalados en los mismos sitios, y eso es muy significativo porque permite que las familias logren mantener sus círculos sociales y familias, y de esa manera van generando una integración”.
Los proyectos para ambos campamentos consisten en la ejecución de colectores, cámaras de inspección públicas, uniones domiciliarias de alcantarillado, empalmes, matriz de agua potable, conexiones a redes y arranques de agua potable, obras de saneamiento que permitirán además, otorgar factibilidad a los terrenos para la posterior pavimentación de las calles, las que actualmente son de tierra. Entre las dos iniciativas se realiza una inversión de más de $300 millones de pesos, y cada una tiene un avance aproximado a la fecha de 30%.
Sonia Valdebenito, del campamento Valle de la Luna, contó que cuando recién llegaron “era complicado, porque por ejemplo, hay un sólo medidor para cinco casas, entonces era complicado porque salía poca agua. De ahora en adelante vamos a tener los servicios básicos, va a ser mejor porque gracias a Dios cada uno tendrá su propio medidor de agua y va a ser más alivio para uno. Es un comienzo para tener una mejor calidad de vida”.
En tanto, Basaes agregó que “el programa de nuestra Presidenta Michelle Bachelet se va cumpliendo. Ella nos ha solicitado que durante este año se cierren en el país 60 campamentos y nosotros regionalmente estamos cumpliendo una meta de cerrar 10 campamentos, lo que naturalmente nos satisface por cuanto somos la región que tiene un mayor número de campamentos”.