El proyecto habitacional Los Almendros de Viña del Mar ha sabido sobrepasar una serie de dificultades en el camino. Primero, el abandono de la empresa original del proyecto, la que no alcanzó ni siquiera a iniciar obras; luego la aparición de roca en el terreno que no estaba contemplada y que debió ser demolida con material explosivo, lo que implicó generar obras de estabilización de talúdes y un plan de manejo de bosque para evitar la tala de especies protegidas.

Situaciones que se han ido superando y que hoy tienen al proyecto con más de un 80% de avance, con las familias ansiosas de obtener pronto las llaves de sus viviendas.

Se trata de un conjunto que recibirá a 140 familias, 40 de ellas que postularon por la vía regular y otras 100 que provienen de ocho campamentos distintos de la ciudad jardín, entre ellos el Manuel Bustos, Granadilla, Ebenezer, y el Monte Sinaí y Villa El Dorado, estos últimos con familias que durante el 2012 sufrieron la destrucción de sus viviendas por un incendio que se propagó por el sector de Miraflores Alto.

El proyecto se ejecuta con subsidios del programa Fondo Solidario de Vivienda del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con una inversión de cerca de $3 mil millones de pesos, recursos que no sólo permitirán que familias cumplan el sueño de la casa propia, sino que también se impulse mano de obra a un promedio mensual de 80 hombres y mujeres que trabajan en la ejecución de las obras.

Serán cuatro edificios de hormigón armado, con departamentos de 58,6 m2, con tres dormitorios, cocina, baño, logia, estar-comedor y balcón, a lo que se suman más de 5 mil m2 de áreas verdes y una sala multiuso.

La obra fue fiscalizada por el Director (P y T) Regional de Serviu, Manuel León, junto a dirigentes y familias que este año recibirán las llaves de su departamento. La idea era constatar en terreno el avance y soluciones que se han ido incorporando a la iniciativa.

La egis del proyecto es Hilarión y la empresa a cargo de las obras es Construcciones Soto y Briceño Ltda, la que vino a reemplazar a la constructora Hamburg, que originalmente se había hecho cargo de la iniciativa, pero que luego la abandonó antes de iniciar las faenas, produciendo la inquietud de las familias adscritas al proyecto, quienes gracias a una rápida gestión de Serviu y la egis, pudieron contratar con prontitud a otra empresa.