San Antonio, junio de 2015

Con la asistencia de los equipos sociales y urbanos del programa Quiero mi Barrio del MINVU, niños y niñas del barrio Brasil Casa de Piedra de San Antonio, han tenido la oportunidad de participar en el diseño urbano del mejoramiento de la Cancha las Bodegas, y la plaza continua a esta, en donde han aportado ideas con respecto a los atributos de los espacios, los lugares inseguros, y los tipos de uso que se le dan a este tipo de zonas de encuentro para la comunidad.

Entre las principales miradas detectadas por ellos, se manifiesta el interés de que se dispongan bancas para sus madres en la plaza y la necesidad de que la cancha se transforme en una multicancha para la recreación.

“Una de las principales misiones que tiene el programa Quiero mi Barrio del MINVU, es lograr que tanto vecinos como vecinas de los diversos sectores donde estamos insertos, se integren a los procesos participativos para que sean ellos quienes prioricen las obras que quieren para sus barrios. En este caso particular del barrio Brasil Casa de Piedra de San Antonio, valoramos que sean niños y niñas quienes desarrollen esta misión, puesto que eso habla del apego y del compromiso que sienten estos jóvenes por el lugar donde están creciendo”, manifestó Mauricio Candia, Seremi MINVU Valparaíso.

En las siguientes jornadas, se espera se manifiesten las inquietudes finales, en donde deberán entre otras cosas, escoger los colores de los arcos para multicancha.
En los encuentros también se han determinado mesas de trabajo con hombres y mujeres para capturar la mirada de género en las obras.

BARRIO BRASIL CASA DE PIEDRA

Los profesionales urbanos y sociales del programa Quiero mi Barrio del MINVU se encuentran desde agosto del 2014 insertos en el territorio, trabajando con la comunidad en el levantamiento de información, recorridos barriales y jornadas de autodiagnóstico, donde han detectado las principales falencias del barrio en cuanto al uso y apropiación de los espacios públicos.

De esta forma, el MINVU ha dispuesto una suma superior a los 640 millones de pesos para un plan de gestión social y un plan de gestión de obras, para que sean los vecinos y vecinas quienes decidan las obras que quieren para su barrio.