En la casa central de Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), SERVIU Valparaíso conmemoró los 50 años del Golpe Cívico Militar en Chile con un reflexivo conversatorio sobre la construcción de las viviendas sociales KPD o “edificación con paneles grandes” en la zona. Se trata de la primera fábrica de viviendas automatizadas, proveniente de la Unión Soviética, que se instaló en Quilpué después del terremoto de 1971.
El espacio de conversación, contó con la presencia del abogado y ex fiscal nacional, Jorge Abott, quien fue jefe de personal de la KPD en El Belloto, con el constructor civil, Sergio Ramella, quien se desempeñó como jefe de producción de la KPD, y trabajadores y vecinos del conjunto habitacional de Quilpué. En la instancia se abordaron temáticas sobre la industrialización de las viviendas, la tecnología novedosa y avanzada de construir en serie con mayor rapidez viviendas en edificios, la materialidad, la mano de obra chilena y el rol de la mujer.
Tras encabezar el conversatorio, el director regional de SERVIU, Rodrigo Uribe Barahona, hizo hincapié en el rol del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y su estrategia del Plan de Emergencia Habitacional (PEH) que contempla en sus líneas de acción, la industrialización de la vivienda. “Estamos recordando una experiencia exitosa que se generó en los años 70, que lamentablemente se eliminó por distintas circunstancias, pero dice relación por un lado con la industrialización de la vivienda, con la calidad y por otra, con el metraje que alcanzaba los 72 metros cuadrados. Es una experiencia inédita en el país y que también marca un proceso histórico de construcción durante el gobierno del Presidente Allende. Estas edificaciones hoy en día están distribuidas en buena parte de la región y en Santiago. Es por eso que, la KPD es uno de los pilares del PEH y hoy como modelo, como proceso histórico, la mano de obra, y sus trabajadores, son aspectos que quisimos relevar en el conversatorio”.
Por su parte, el abogado Jorge Abott, destacó la instancia expresando que “esta jornada me ha parecido notable, he conversado con los ex trabajadores sobre los departamentos construidos, también he recordado los sueños con los cuales llegamos a trabajar a la empresa. Sueños en momentos bien difíciles de este país. Pero donde teníamos la esperanza de cooperar en solucionar un grave problema de los trabajadores que era la necesidad habitacional. Trabajamos con mucho esfuerzo enfocados en ser un aporte a quienes más lo necesitaban y con quienes estaban más más comprometidos, que éramos los trabajadores de este país”.
Verne Díaz Osandón, trabajador de la construcción de la KPD, “los técnicos rusos nos hicieron un curso y ahí nos quedamos trabajando. Fuimos hábiles en aprender. Se edificaba muy rápido, además teníamos compañeras en la obra, lo que era nuevo. Todos trabajábamos contentos, no había jefe, éramos todos compañeros. Había un espíritu de solidaridad porque la industria fue donada de un pueblo a otro pueblo, eso era satisfactorio”.